Bonjour Dimanche !!!, que exclamaba Maurice Careme en su poema de mismo título.
Summer is coming. Amenazando calor. Salvo en Francia, que viven el vintage de
una guerra fría a lo hooligan. Mientras, en España, los políticos giran el
torno de la democracia afinando votantes potenciales, y el resto de los
mortales disfrutan la previa del verano. Los exiliados hacemos como el segundo grupo, pero fuera de Espana. Leía en un artículo de EL MUNDO esta mañana
que 2016 viene torcido. La crisis sigue ahí, volvemos a
las urnas tras fracasar el diálogo y como individuos estamos en un bucle de
relaciones frágiles. ‘’No disfrutamos el
presente, el futuro nos ahoga y las redes sociales nos llenan la cabeza de
postureo salpicado con sueños de pájaro. Un panorama que invita a huir’’ apuntaba el diario
online en su web.
En un intento por romper este ciclo vicioso,
periodistas ZEN han disfrutado de unas vacaciones diferentes. Una propuesta que
según ellos, ‘’les permita afrontar la
segunda mitad del año con el optimismo que nos niega el día a día’’. Han
pedaleado 340 km en cuatro días recorriendo la península francesa en paralelo
al canal Brest – Nantes, al estuario del Loira y al Atlántico. Magnifico.
Cambiando Atlántico por Adriático, este que
escribe, recorrerá los Balcanes durante ocho días. Sin sillin ni pedales. Desde Sofia (Bulgaria)
hasta Kotor (Montenegro), pasando por Sarajevo, Belgrado, Mostar, o Dubrovnik
entre otras. Menos zen, pero igual de apasionante. Y es que el verano, anima a
llevar a cabo propuestas como estas.
Sin embargo, todos estos planes, para los que somos pacientes de
psoriasis, deben llevarse a cabo manteniendo nuestro ritmo de cuidados. El verano es
una de las épocas más beneficiosas para los afectados de esta enfermedad, y es
que la mayoría solemos manifestar una notoria mejoría gracias a los baños de
sol y mar. No
obstante, pese a estos efectos positivos, resulta imprescindible atender a una
adecuada protección frente a los rayos solares, ya que las quemaduras podrían
provocar el empeoramiento en el proceso de la patología.
“Está demostrado que las placas de psoriasis mejoran con una mínima exposición diaria, de unos quince minutos, en las horas de menos intensidad solar, a primera hora de la mañana o a última de la tarde”, recuerda el experto. Sin embargo, “una vez se salga de esta mínima exposición, llamémosla terapéutica, el paciente tiene que fotoprotegerse", destaca.
En pacientes con psoriasis activa, cualquier traumatismo producido en zonas libres de placas puede desencadenar lesiones propias de la enfermedad. Esto se conoce como fenómeno de Koebner. Las quemaduras solares serían uno de los tipos de estos traumatismos y, además, de los que peores consecuencias pueden acarrear para los pacientes con psoriasis, ya que los brotes provocados por una exposición excesiva a los rayos UVA son “muy graves”, apunta Moreno.
Pero… que hacemos cuando llegamos al verano con placas y queremos tomar el sol, o bien nos vemos obligados a exponernos a sus radiaciones de forma inevitable?.
Debemos atender al uso de fotoprotectores también sobre las lesiones psoriásicas. En el mercado existe una gran variedad de productos solares que se adecuan perfectamente a las características de estos pacientes. Los formatos son variados, desde cremas hasta pomadas, pasando por sprays de rápida absorción. "Si tenemos placas muy gruesas podemos aplicar mejor un solar en pomada y, si es más fina, se puede usar una crema", comenta el dermatólogo.
Una preocupación común de las personas con psoriasis es que la crema solar les provoque escozor o empeore el aspecto de las placas. Para despejar estos temores, Moreno recuerda la gran variedad de gamas disponibles en las farmacias, donde se pueden encontrar fotoprotectores para pieles sensibles, atópicas, secas, etcétera. En caso de duda, el farmacéutico puede prestar asesoramiento sobre cuál es el más indicado en cada caso.
Por último, y esto ya no es a título personal, ya que el Metotrexato
me ha quitado de la cervecita de mediodía, debemos tener en cuenta que la
temporada estival con sus momentos de ocio, puede favorecer el consumo de
alcohol y tabaco. El alcohol, al igual que el sobrepeso, aumenta el riesgo de
enfermedad sistémica y dificulta el control de las lesiones cutáneas. Por su
parte, el tabaco además de los efectos cancerígenos conocidos, favorece la
inflamación y por lo tanto puede empeorar la psoriasis. De hecho, la extensión
de la psoriasis está relacionada con la cantidad diaria de cigarrillos, sobre
todo en las mujeres y en las formas pustulosas de la enfermedad. Chic@s, a
cuidarse!!!. Que el chiringuito no apague
tu risa. Menos plato y más zapato.
Hola Antonio, en Acción Psoriasis queremos hablar contigo. Por favor, envía por email tu contacto. Gracias. El nuestro es psoriasi@pangea.org
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